En los viajes a Canadá existen muchos atractivos, ciudades con gran personalidad como Quebec, Montreal o Vancouver. En ellas podemos ver testimonios de las raíces francesas e inglesas de uno de los países con mejor nivel de vida del mundo. Además de estos atractivos urbanos, destacan los naturales y por encima de todos, las cataratas del Niágara.
Una visita inolvidable a las Cataratas del Niágara
Estas cataratas están situadas entre las fronteras de Canadá y Estados Unidos, siendo uno de los espectáculos naturales más impresionantes del mundo. Están a unos 650 kilómetros de Nueva York. Su nombre se debe a la tribu iroquesa que utilizaban “Niágara” para denominar “trueno de agua” a este lugar. Es un lugar único en el planeta que cada año consigue atraer a millones de turistas.
Vamos a dar un paseo por los puntos fundamentales que no debes perderte cuando las visites:
- Journey Behind the Falls: podemos visitar las cataratas desde el interior mediante unos túneles que hacen posible la visita de este impresionante paisaje desde cerca, muy recomendable.
- Maid of the Mist: se conoce como “la Doncella de la Niebla”. Un barco se ocupa de transportar a sus pasajeros en este viaje que transcurre por debajo de las cataratas.
- Goat Island: la “Isla de la Cabra” es un terreno sin habitar que está frente a las cataratas y es sin duda, el mirador más famoso por lo bien situado que está y donde podrás tomar las mejores instantáneas.
- Horseshoe Falls: esta peculiar forma de herradura tiene 671 metros de ancho y es la parte más impresionante de las Cataratas del Niágara por la gran cantidad de agua que lleva. La imagen desde luego que es de las que no se olvidan.
- Table Rock: la encontramos en la orilla canadiense de las cataratas y es uno de los miradores que son más populares también por sus buenas vistas.
- Bridal Veil Falls: conocida como “Velo de Novia” es la más pequeñas de las cataratas, pero no por ello es la menos interesante. Recomendable llegar hasta la base mediante la “Cueva de los Vientos”.
Hablamos pues, de un clásico en los viajes a Canadá que no debe faltar. La cercanía respecto a Nueva York y a las grandes ciudades del este canadiense, hacen de este lugar, un punto de bastante fácil acceso para muchas rutas turísticas, por lo que es sencillo poder incluir su visita en un tour que busque conocer los dos países.
