“Hermanas” de las de Egipto, las pirámides de Sudán tienen a su favor algo que a los muy viajeros les encantará: no hay casi turistas. Un viaje a Sudan, lejano, místico, diferente, es la posibilidad de adentrarse a un lugar aún no masificado y con mucho por ofrecer. Tan solo un detalle: hay más de 250 pirámides en Sudán, situadas a lo largo del río Nilo.
Un poco de historia sobre las pirámides de Sudán
Esta zona, entre los años 2.600 a.C. y el 300 d.C. era conocida como la antigua Nubia, gobernada por los kushitas. Este pueblo bien entablaba buenas relaciones con sus vecinos egipcios, bien los consideraban sus enemigos, pero eso sí, siguieron buena parte de sus rituales, como la tradición de enterrar a sus reyes y reinas en tumbas situadas en pirámides.
Sudán, el reino perdido
Viajar a Sudán es viajar a través de tiempo; aquí se han encontrado hallazgos arqueológicos con más de 5.000 años de antigüedad, que conviven con la amabilidad del pueblo sudanés, siempre generoso y dispuesto a ayudar al viajero. Imperdibles son las pirámides de Meroe, capital que fue del reino kushita a partir del año 300 a.C. ; hablamos pues de pirámides de más de 2.000 años desde su construcción, realizada después de las pirámides egipcias y situadas cerca del Nilo. Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2011, difieren de las egipcias por su tono más oscuro (debido a la mayor presencia de hierro en las rocas) y son de menores dimensiones. Pero ahí siguen, en medio de desierto, algunas mejor conservadas por otras debido a los saqueos del siglo XIX. En algunas se entra de pie, en otras casi a gatas, para descubrir en su interior hermosas inscripciones que nos hablan de reyes momificados y de ofrendas, de un mundo antiguo aún por descubrir y que ponemos a tu alcance en nuestros viajes especiales a Sudán. Entra en nuestra web par conocerlos.
