Una de las maravillas históricas que tienes que visitar en tu viaje a Egipto es sin duda el Templo de Lúxor. El sólo hecho de pasear entre estas ruinas te adentrará en un época milenaria y te hará sentir transportado al corazón de la antigua Tebas, a los tiempos del Nuevo Imperio egipcio.
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La Antigua Tebas, Karnak y el Templo de Amón
Para quienes no lo sepan, Tebas es la capital del Imperio Nuevo de Egipto, una época que va desde el 1550 a.C. al 1070 a.C. Homero la llamó la “Ciudad de las Cien Puertas”. Pero no queremos contarte ahora toda la historia, Egipto es un lugar para vivirlo en primera persona y queremos que puedas conocer este fantástico lugar por ti mismo en nuestro viaje a Luxor Egipto.
La inmensa mayoría de nuestros viajes y circuitos por el Nilo incluyen una estancia en Luxor, en la que necesitas el tiempo suficiente para ver Karnak y por supuesto el templo de Amón o Templo de Lúxor. En este post te destripamos un poco lo que te vas a encontrar si decides unirte con nosotros a esta aventura.
¿Cómo es el Templo de Lúxor? Arquitectura, ubicación, características
Para que tengas alguna información práctica antes de apuntarte a alguno de nuestros viajes a Egipto, éstas son las características, arquitectura y ubicación del templo de Luxor.
Orígenes y arquitectura del Templo de Luxor
El Templo de Luxor es, junto con Karnak, el monumento egipcio más importante de la ciudad de Luxor. situada en la rivera del Nilo. Fue obra de al menos dos faraones, Amenhotep III y Ramsés II. Este templo estaba destinado al culto del dios Amón, concretamente en la forma de Amón-Min, que está relacionado con la fertilidad.
Si todavía no has viajado a Egipto, o aunque lo hayas hecho, te sientes impelido a volver por la gran belleza histórica que irradia este lugar, te invitamos a conocer todas nuestras ofertas de viajes a Egipto.
El templo de Amón es una auténtica maravilla arquitectónica. Mide hasta 260 metros de longitud, se encuentra unido al templo de Karnak por una hilera de esfinges con cabeza humana. En la parte delantera del templo, hay un espectacular pilón de 65 metros de altura y levantado por el faraón Ramsés II. También hay un obelisco cuyo objetivo era atraer los poderes del cielo; anteriormente había otro más, que es el que hoy se encuentra en la Plaza de la Concorde en París, ya que fue transportado allí en 1833.
Uno de los elementos más destacados del templo de Amón es sin duda la sala hipóstila, la cual tiene 134 columnas y es una verdadera joya de la historia de la civilización egipcia y que vale la pena que vengas a conocer.
Tu viaje a Egipto te llevará no sólo a conocer Tebas, Karnak y el Templo de Amón, sino también otros muchos lugares que podrás descubrir a lo largo de tu crucero por el Nilo.
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