Es uno de los paisajes increíbles del planeta, tanto que se asemeja mucho a dar un paseo por las nubes. Hablamos de las lágrimas de Tunupa o el Salar de Uyuni, en Bolivia. Cuenta la leyenda que hubo un affaire entre los dioses Tunupa, Kusku y Kusina. Kusku, esposo de Tunupa, la engaño con la diosa Kusina, por lo que las lágrimas de Tunupa fueron tantas que llegó a formar un gran lago salado. Mucho, muchísimo tiempo después, ese lago de lágrimas permanece en el mismo lugar, pero cubierto por una gran capa de sal.
El paseo por las nubes ocurre cuando el Salar de Uyuni o Tunupa se cubre de una pequeña capa de agua; el efecto óptico es increíble y las vistas de ese inmenso océano mineral (con unos 12.000 kilómetros cuadrados y a más de 3.500 metros de altitud), situado en la región de Potosí son maravillosas. Se trata del salar más grande del planeta, usado por los científicos para el calibre de los altímetros de los satélites, debido a la claridad de sus cielos. Un lugar increíble que hay que visitar con guías experimentados, ya que la señalización es inexistente. Un fenómeno bellísimoes el white out que se da al atardecer y que difumina el horizonte, de forma que es imposible distinguir la tierra del cielo.
El salar de Uyuni es un paisaje infinito, en el que podemos encontrarnos incluso “islas”, como la Isla de los Pescadores, poblada por cactus milenarios de más de 10 metros de altura y desde la que se pueden apreciar al fondo el skyline lejanos de volcanes con más de 5.000 metros de altitud e incuso la curvatura de la tierra.
La mejor época para viajar a Uyuni es en la época de lluvia (noviembre – marzo), cuando el agua caída forma una fina capa sobre la sal que provoca el famoso efecto espejo del Salar. Además, es el período en el que los flamencos visitan esta zona para su reproducción, embelleciendo aún más este increíble paisaje.
Uyuni es uno de puntos que visitaremos en nuestro viaje a Bolivia, con salida el 4 de noviembre de 2015. ¿Te apuntas?
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