Aunque algo desconocido en el panorama viajero, Azerbaiyán es un destino que lo tiene todo: playas, senderismo, escalada, reservas naturales y cultura. Desde el pasado 2017, el gobierno ha facilitado la política de visados para que resulte más fácil a los viajeros visitar el país. Además, cabe destacar su posición estratégica como punto de encuentro entre Oriente Medio y Rusia.
Para las agencias de viajes que quieran organizar un viaje a Azerbaiyán, en esta pequeña guía compartiremos con vosotros algunos datos interesantes por los que este destino turístico debería encontrarse en vuestra oferta.
Viajar a Azerbaiyán: un destino entre dos mundos
El turismo es una de las industrias que más peso tiene en Azerbaiyán. Gracias a su variedad de climas, a menudo es posible visitar el país tanto en verano como en invierno.
Hacer un circuito por Azerbaiyán es hacer un viaje de aventura al Cáucaso, para encontrarse con pueblos curiosos, templos y lugares de culto de gran belleza.
Un viaje a Azerbaiyán te llevará a su capital Bakú, en el que los viajeros podrán disfrutar de su increíble casco histórico y medieval, en el que cabe destacar el Palacio de los Shirvan Shas. Se trata de un complejo arquitectónico que incluye el propio edificio del palacio, la mezquita del sha con su minarete, la puerta de Murad, las criptas de enterramiento y Divanhane.
Nuestra visita incluye también la subida a la Torre de la Doncella, del siglo XII, quizás uno de los símbolos más famosos de Bakú y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 2000. La bahía de Bakú, a orillas del mar Caspio, tiene también unas impresionantes vistas que entusiasmarán a los viajeros.
A 30 kilómetros de Bakú, encontramos también el templo de Ateshghah, emblema del zoroastrismo y lugar de culto también de otras religiones, como el hinduísmo y los sikhs.
Nuestro viaje a Azerbaiyán nos llevará también por las bellas montañas del Cáucaso, la ciudad de Shamakhi, el precioso pueblo artesano de Lahij y la histórica ciudad de Sheki, que destaca por su hermosa fortaleza y conocer el proceso de fabricación del shebeke, un tipo de arte local basado en mosaicos de cristales, con el cual está decorado por ejemplo el Palacio de los Khans de Sheki, que data del siglo XVIII.
Quienes quieran acompañarnos por esta aventura, no tienen más que ponerse en contacto con nosotros para descubrir Azerbaiyán y las bellezas desconocidas que esconde.